dissabte, 23 de maig del 2015

Método cubano de educación termina con analfabetismo entre el movimiento de los Sin Tierra


Terminar con el analfabetismo es el primer paso para liberar a los trabajadores de las cárceles de este sistema desigual", expresó el colectivo de Educación del MST [Trabajadores Rurales Sin Tierra] durante la graduación de 180 trabajadores Sin Tierra que participaron en el proyecto cubano de alfabetización para jóvenes y adulto, "Yo, sí puedo".
mst
El proyecto de alfabetización redujo a cero el analfabetismo en los asentamientos Jaci Rocha, Antonio Araujo, Bela Manhã, Herdeiros da Terra, José Martí y Abril Vermelho, en el Estado de Bahía, utilizando como metodología tele-aulas en 17 grupos, cada uno acompañada por un educador. Además, contaron con el acompañamiento de cuatro coordinadores pedagógicos que organizaron yconstruyeron colectivamente con los estudiantes y educadores los temas que orientaron la discusión en el aula.
Teniendo como lema "Sí, yo puedo leer y escribir. Esta es una conquista del MST", las clases comenzaron el 10 de enero de 2014 y se terminaron en el pasado 25 de abril de este año.
La asentada María Aparecida cuenta que no tenía padre, y que su madre era pobre. "Me crie en el campo, trabajando y no tuve como que estudiar. Cuando yo era niña, mi madre solía decir que queríamos ir a clases para conseguir novio, y entonces ella no me permitió estudiar", recuerda.
La historia de José Sebastião no es diferente. "Yo no fui a la escuela cuando era un niño porque mi padre nos ponía a trabajar en los cultivos. Y no fui sólo yo, mis dos hermanos pasaron por lo mismo". Ahora que ya sabe leer y escribir, José dice que hoy las cosas han cambiado. "Puedo leer algunas palabras, incluyendo cartas y tarjetas que me manda mis hijos. Puedo escribir mi nombre, puedo firmar. Me siento libre. Siempre necesité de alguien para hacer estas cosas. Hoy no".
En el largo proceso surgieron algunas dificultades, sobre todo porque la mayoría de los estudiantes tienen una edad avanzada y trabajan todos los días en la producción familiar. Debido a la fatiga, hubo muchas faltas. Además, en muchos asentamientos, las aulas no tenían las condiciones apropiadas para el desarrollo del proyecto. Para superar esta dificultad, fue necesaria la participación y cooperación de todos los educandos, educadores y de la comunidad, dice el MST.
Otra dificultad surgió a primeros días de clase. Entender la metodología abordada por el proyecto, con las tele aulas y asociar las letras y los números al proceso de alfabetización, no fue fácil. Según los educadores, esta dificultad se debe al proceso de alfabetización ya construido [y establecido] por el modelo de la educación estatal, que aplica mecánicamente la metodología. Según Eliane Kay, coordinadora del proyecto, el programa ha logrado buenos resultados a pesar de las dificultades que enfrenta. "Tenemos herramientas muy importantes para facilitar la metodología como televisores, folletos y anteojos donados a los estudiantes."
Sí, yo Puedo
El programa de alfabetización "Yo sí Puedo" fue concebido en Cuba por la educadora Leonela Relyz Díaz, quien murió en enero de este año. Las actividades planificadas proponen realizar la alfabetización en sólo tres meses, utilizando el lenguaje popular y los números como una referencia educativa.
Además, se eligen temas generadores que entran en diálogo con la realidad de cada lugar, para garantizar un espacio de debate y formación política. "Lo más importante de este proyecto es que el enfoque va de la comunidad a los alumnos. De manera que cada estudiante llega a sentirse más seguro para avanzar en las discusiones y en entender el mundo de una manera diferente", afirma el educadorLindoel.
El "Yo sí puedo" ya ha contribuido a la erradicación del analfabetismo en países como Vietnam, Bolivia y Venezuela.