dijous, 22 de gener del 2015

Carta del Maestro Pineda. A Leonela Relys, In memoriam


Compañero Sebas Parra.

Hoy, mas que nunca, no sabes cuanto necesita mi estado de ánimo de poder escribirle a vos, a Jaume Botey, a Miguel Soler lo que sufre mi corazón al haber perdido una compañera, hermana, amiga luchadora por la humanidad de esta tierra que habitamos.

La noticia que nos llegó de Cuba fue muy llena de tristeza porque América perdió una mujer con un corazón tan grande para la humanidad, entregada por completo a la alfabetizacion de su América y el mundo. Gracias a ella y al gobierno de Cuba que la apoyó para que pudiera entregarse a pensar como hacer un método que enamorara a los que no saben y llenara de pasión a los que enseñamos, especialmete a los jóvenes, hoy tenemos una gran esperanza al pensar que finalmente podremos vencer la batalla contra el analfabetismo. Seguro estoy que Rolando y sus hijos e hijas tambien le dieron fuerza para que dias y noches se dedicara a crear ese prodigio de lograr que en 12 semanas cualquier ser pudiera aprender a leer y escribir. Te pregunto ¿cuantos millones aprendieron a leer? ¿cuantos centenares de miles enseñaron con ese amor y ternura? ¿cuantos gobiernos que ya no tenian esperanzas en los métodos largos, en esas cartillas aburridas vieron un nuevo camino abierto con el Yo, si puedo de la Leonela? Que lo digan Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Haití y tantos otros paises de esta nuestra querida América.

Leonela queda en el corazón de los Andes, en nuestro rio Coco, pero, también queda en los corazones de toda aquella sala en Gerona que fueron testigos de aquel premio internacional que otorga Mestres 68. 



Hoy llora Botey, lagrimas de las mejillas salen de Soler, vos llorastes toda la noche, el maestro Pineda con un torozón en la garganta por tan dolorosa perdida,... ahora nos queda jurar ante la memoria de Leonela que vamos a seguir enseñando a leer a esos mil millones de iletrados que estan en el mundo que habitamos, que seguiremos con esa ternura haciendo llegar las letras, las sílabas y la Palabra hasta que terminen en oraciones de amor y de justícia. Tenemos que seguir con la pasión con la que Leonela se entregaba cuando Fidel le daba una tarea, de esos ejemplos tenemos que aprender.

Y hoy, un mensaje a los que hemos dedicado toda nuestra vida a la alfabetizacion: que los años que tenemos se conviertan en juventud terca, terca de pasion para seguir luchando a favor de lograr que todos los jovenes del mundo con un corazón grande y generoso se enamoren de seguir los pasos de los que hemos dedicado nuestra vida a darnos cada dia sin pedir nada a cambio.

Estas letras también son para Leonela y que allá en el cielo nos espere porque todos los que hacemos el bien para la humanidad tenemos derecho de estar en el cielo.


Con todo amor y cariño.

Maestro Orlando Pineda Flores