"... Y a propósito de amor a la educación me acuerdo que en una visita que hice a Muelle de los Bueyes me encontré con uno de los responsables de la alfabetización en ese municipio; era un hombre alto, moreno y con un sombrero de paja: el profesor Orlando Pineda. En esa ocasión no lo conocí mucho pero con el tiempo descubrí a un ser muy especial: un loco enamorado de la alfabetización. Y es el término que él utiliza cuando habla de este tema. Él dice mucho que hay que enamorarse de la alfabetización, como uno se enamora de una mujer. Es una persona con una capacidad especial para arrastrar a otros a que lo acompañen en el trabajo de alfabetizar.
Cuando la revolución me mandó trabajar al ministerio de Educación, Orlando era delegado del ministerio en el departamento de Río San Juan y con su pasión por alfabetizar logró convertir a ese departamento en el primero que en Nicaragua fue declarado completamente libre de analfabetismo. Mi primera entrevista con Orlando fue muy propia de su personalidad. Me dice: “Compañero ministro, sabrá usted que yo soy su delegado en el Departamento de Río San Juan, si tiene un trabajo más difícil, démelo a mí”. El trabajo en Río San Juan era muy difícil. Luego de un buen tiempo lo trasladé a la Sede Central del ministerio y lo puse al frente de la Dirección General de Alfabetización. Después de la pérdida de las elecciones en el 90 fundó un organismo de educación popular y desde allí sigue alfabetizando hasta el día de hoy, siempre con su sombrero de paja en su cabeza y el amor a la alfabetización en el corazón...."
Junto a mi pueblo, con su revolución. Memorias. Fernando Cardenal SJ. Editorial Trotta. 2009, Página 294
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